Vivimos en la era de la globalización en la que se desdibujan los límites físicos entre países y es más fácil que nunca traspasar fronteras. De hecho, a día de hoy, con toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance, es posible hacerlo sin ni siquiera levantarnos del sofá. Y esto presenta una gran oportunidad para los negocios online; no olvidemos que más de la mitad de la población mundial tiene a acceso a internet, lo que significa que hay más de 3.500.000.000 de usuarios navegando por la world wide web, realizando búsquedas informativas y transaccionales (éstas son las que nos interesan).
Con tantos y tan diversos mercados al alcance, es lógico que los ecommerce se lancen a conquistarlos, muy a menudo sin tener en cuenta las especificidades de cada mercado. Una web mal adaptada al país de destino puede ser sinónimo de fracaso total y rotundo en un periodo más corto del que te imaginas. Para evitar esta situación, sigue leyendo qué tienes que tener en cuenta antes de internacionalizar tu tienda online:
- El nombre del dominio: Puede parecer una obviedad, pero en el caso de que vayamos a crear una nueva web para mercados extranjeros, elegir un nombre de dominio que se adapte al país, a la lengua y que los usuarios no lo perciban como ajeno será una de las primeras cosas a las que deberemos prestar atención.
- Una correcta traducción: seguimos con otro aspecto básico, pero clave a la hora de internacionalizar nuestra tienda online. Hay que asegurarse de que los textos en la lengua de destino son apropiados para el contexto y que no presenta errores. La mejor opción siempre será que un traductor nativo se ocupe de trasladar nuestros textos a su lengua materna, para que nuestra web se mimetice perfectamente con el país objetivo y para que los usuarios se sientan como en casa. Por supuesto, el traductor de Google no es una opción.
- Localización: siguiendo en la línea de lo comentado en el punto anterior, queremos poner especial énfasis en la importancia de la localización; así como la traducción se encarga de trasladar a una nueva lengua un texto en concreto, la localización es un proceso que va más allá: consigue que un sitio web o una aplicación sea culturalmente relevante y apropiada. Este proceso a menudo incluye cambios en el diseño, en el estilo comunicativo o el modo en el que los usuarios introducen datos, incluso aspectos tan básicos como los colores. Realizar esta adaptación cultural lo mejor posible será un factor determinante a la hora de conquistar a nuestros usuarios extranjeros.
- La usabilidad es crítica: nuestro sitio web debería adaptarse a la forma de navegación de los usuarios del país objetivo. Existen análisis realmente interesantes y útiles en los que se explica qué patrones siguen los usuarios de diversos puntos del globo para escanear una web. El más famoso es probablemente el de Nielsen Norman Group, en el que destaca el patrón en forma de F y se explican sus implicaciones. Para ello os dejo por aquí el enlace al estudio de NNG: nngroup.com/articles/f-shaped-pattern-reading-web-content/
- Adaptar tu plataforma para la venta internacional: por último, de poco servirá que hayamos seguido los puntos anteriores al pie de la letra si, en el momento de realizar la compra, no damos confianza a nuestros clientes. Para evitarlo, necesitaremos incorporar a nuestro sitio la pasarela de pago en la que más confíen los consumidores. En nuestro país, por ejemplo, PayPal y Visa son los métodos de pago más frecuentes y los que más confianza transmiten, pero en función del país, puede que estén más adaptados a Google Wallet o Apple Pay.
Como podéis ver, cada mercado local tiene sus particularidades y los retailers online deben conocerlas todas para conseguir penetrar en un mercado extranjero. No es tarea fácil, pero desde Geotelecom, os animamos a salir al extranjero y que nos contéis vuestra experiencia en los comentarios.